María Adela Barraza
Santa Rosa de Calamuchita, Córdoba, Argentina
Corría el año 1979. Le habíamos pedido a los amigos de la comunidad parroquial que cantaran una canción al finalizar la ceremonia de nuestro casamiento. No se habían animado a decirnos que no, aunque tampoco nos habían dicho que sí. A pesar de todo ¡se animaron! Y con esta canción terminamos la ceremonia de nuestro casamiento. Representa la esencia de nuestra familia.
Qué triste y qué lindo
Qué triste debe ser llegar a viejo
con el alma y las manos sin gastar
qué triste integridad la del pellejo
¡que nunca se jugó por los demás!
Qué triste debe ser tener de todo
si hay tantos que se venden por un pan
qué triste soledad de cualquier modo
¡la que nace de la desigualdad!
Por eso estoy aquí cantando,
por eso estoy aquí soñando
con el hombre feliz, el hombre nuevo,
el hombre que te debo, mi país.
Qué lindo que es tender siempre la mano
y saber que es posible la amistad
Qué lindo procurar para mi hermano
lo mismo que procuro yo alcanzar
Qué lindo que es morirse con los otros
detrás de lo inhumano de un jornal
Qué lindo que es perderse en el "nosotros"
y juntos desde el pueblo trabajar.
Etiquetas: ACTIVIDAD COMUNITARIA, DERECHOS HUMANOS