1200 presas políticas vivimos años de nuestra juventud en la cárcel de Villa Devoto.
Nos decían “de acá salen locas o muertas”.
“Cuando estén afuera no van a servir para nada”.
Salimos. Sobrevivimos.
Habitamos en países distintos y en distintos lugares de nuestro país.
Sentimos la responsabilidad del después.
Somos la memoria de todas.
Por eso, escribimos lo que pasó en la cárcel,
declaramos en los juicios
y militamos por lo que creemos.
Hicimos vida, mucha vida.
Y de eso hemos hablado en este libro
porque no estamos ni muertas ni locas.