Alicia Helena Casabonne
Goya, Corrientes, Argentina
Tres meses de pandemia y cuarentena. María Eva, mi hija, atendiendo el teléfono y conversando con una de sus mejores amigas sobre cómo andaban y cómo estaban los chicos. De pronto, escucho: “¿Mamá? ¡Nooo, mamá reeebien! ¡Imagináte que se pasó más de ocho años en una cuarentena mucho más estricta!”.
Cuatro meses de cuarentena. Amanecer de un día agitado. Dos de mis nietas: María Lucía (veintitrés años) y Ángeles (veinte años), en mi casa. Miro a mi alrededor y todo era un desorden abrumador y me suelto a los gritos: “¡Esto es el colmo, no colaboran en nada! ¡Qué pretenden que yo con mis…” y ahí me cortó María Lucía y dijo: “Abuela… ¿ya nos vas a tirar con las siete décadas y más de ocho años de cárcel?”. Por supuesto, la risa generalizada volvió transparente el día.
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