Entre sierras valles y ríos

Los bolsos de la esperanza

Liliana, Betty y Susana Deutch

CABA, Estados Unidos y Córdoba

Nuestro relato es la historia de la familia Deutsch, hoy nos sumamos a este libro Betty, Susy y Lily.

Año 1977, Córdoba, agosto 27, una de la mañana. Bomba de estruendo en la puerta de nuestra casa familiar, muchos militares de civil y nos llevaron a cinco miembros de la familia encapuchados y con las manos atadas atrás, en el piso de un Ford Falcon hasta el Campo de La Ribera. Después de cinco días, al mismísimo infierno: La Perla. Caso no tan común por tratarse de una familia entera. Después de un tiempo, a la Unidad Penitenciaria N°1. Y nos fueron liberando en distintas etapas. Primero  Betty, Susy y nuestra mamá . Siete meses más tarde,nuestro papá. Y luego de un año. Lili, la más chica de la familia con solo dieciocho años salió en opción a Estados Unidos. Daniel, nuestro hermano que no fue detenido, pudo salir del país con su familia y se radicó en Los Ángeles, California, donde teníamos parientes.

Nuestros familiares junto con organismos de Derechos Humanos (DDHH) trabajaron por nuestra liberación desde Estados Unidos y Uruguay. Se logró reunir a toda la familia en septiembre de 1978, en Los Ángeles. Inmediatamente nos integramos a distintos grupos que trabajaban por la democracia y la liberación de presos políticos tanto de Argentina como de otros países de Centro y Sud América. En el marco de estas actividades recibimos en Los Ángeles a Adolfo Pérez Esquivel y también a Raúl Alfonsín. Todos declaramos como testigos en el Juicio a las JuntasProceso realizado por la Justicia Civil en 1985 por decreto N° 158/83 del presidente Raúl Ricardo Alfonsín. El decreto ordenó someter a juicio sumario a nueve militares de las tres armas que integraron las Juntas y dirigieron el país desde el inicio del golpe cívico militar hasta la Guerra de las Malvinas en 1982. La sentencia dictada el 9 de diciembre de 1985 condenó a cinco acusados y absolvió a cuatro de ellos. y, años después, en la megacausa de Córdoba.

Nos gustaría realzar la importancia que tuvo Elena, nuestra mamá, como modelo de mujer luchadora, quien,  viniendo de vivir en Uruguay, terminó su secundario y la carrera de Medicina en Argentina mientras iban apareciendo sus cuatro hijes. Su práctica médica de pediatra fue en un centro materno infantil provincial de salud, en una barriada de la ciudad. Todo este esfuerzo se vio interrumpido por la dictadura y la circunstancia de tener que salir del país. En California tuvo que reinventar su forma de vida y de trabajo.

Otra mujer que queremos traer a la memoria es otra luchadora, Mart, nuestra tía. Ella, desde su comodidad y buen pasar en Los Ángeles, dejó su trabajo y se abocó a militar, apoyada en su partido Demócrata, por la libertad de su familia en Argentina. De las cosas buenas de la vida de los ’70, yo -Betty- quiero compartir algo que seguro todas recordarán: fui la compañera por cuarenta años de Francisco Pancho Romero(1937-2018) Primera voz del grupo folclórico Los Trovadores , “Romerito”, la primera voz del grupo Los Trovadores. Él ya se fue a cantar a otras galaxias en mayo de 2018, pero su maravillosa voz seguirá con nosotros siempre. Sus canciones siempre nos acompañan, pero hay un par de temas como Peón Golondrina – de Armando Tejada Gómez- o Quimey Neuquén que seguramente disfrutarán tanto como nosotras.

En nuestra familia el más artista fue nuestro padre, Alejandro, que fue artista plástico autodidacta. Hizo varias exposiciones en Córdoba, Estados Unidos y otros países. Queremos rescatar una muestra itinerante -puede ser solicitada para ser exhibida- que organizamos sus hijos junto con la Universidad Nacional de Córdoba y otras entidades públicas: Papeles de la Memoria, donde se presentan dibujos y cartas realizadas en la clandestinidad de la cárcel y que fueron sacadas de allí por las mujeres de presos comunes. De esas cartas rescatamos algunos párrafos:

"Les digo que no sirve ser indiferente frente al mundo que nos rodea, quizás este mundo está tan desquiciado por no haber tomado posiciones en los conflictos que nos rodean. 
Sé bien a quien aprecio y quiero y ustedes son parte de mis sentimientos. Dibujo cuando encuentro material, leo cuando contrabandeamos lectura, escucho o doy charlas. Aquí todos ponen su grano de arena. 
El ingenio se agudiza frente a las prohibiciones que tenemos, aquí todo está prohibido, quizás también pensar en los seres queridos, pero pensamos y soñamos, si, soñamos casi a voluntad con los que queremos".

Este pequeño relato desordenado lo denominamos Los bolsos de la esperanza porque para todes les que tuvimos las penurias del encierro carcelario, sin causa y sin condena, esos bolsos siempre listos para salir representaban el ansia de Libertad.

Lili, Betty y Susy queremos agradecer a las compañeras que han convocado a la construcción colectiva de Nosotras en libertad. De esta manera nos sumamos con nuestro testimonio ¡Gracias!

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