Elvira Aidee Acuña
Posadas, Misiones, Argentina
“Luchar, vencer, caerse, levantarse, luchar, vencer, caerse, levantarse.
Hasta que se acabe la vida, ese es nuestro destino”.
García Linera
Con la democracia volví a los viejos lugares que había abandonado apenas salida de la adolescencia, persiguiendo sueños que fueron cruelmente truncados. Buscaba ubicarme en esos tiempos en que se iniciaba un ciclo, pensando que la participación del pueblo en las calle traería cambios. Nada fue como imaginábamos, era una democracia vigilada, acotada por quienes realmente tenían el poder, los grupos económicos y las transnacionales que ganaban cada vez más espacios. Nuestra economía naufragaba, en medio de levantamientos de cara pintadas, copamientos de cuarteles y el descontento social que terminó en unos pocos meses con la primavera alfonsinista. Después, el golpe de mercado y el presidente tuvo que renunciar y llamar a elecciones.
Una década, los ’90, que profundizó las políticas neoliberales entreguistas de la dictadura. Con ella surgió una generación de yupis individualistas descomprometidos con el país, cuyo único fin era la especulación, mesas de dinero, ganancias fáciles y viajes alrededor del mundo. Nuestra provincia no estuvo ajena a las privatizaciones, a la precariedad laboral y los espejos de colores de obras sociales, jubilaciones privadas y programas de estudio vendidos como panaceas del primer mundo.
En esta década pasamos a ser ciudadanos de primera y de segunda, con enormes masas de desocupados de grandes empresas que fueron naves insignias del Estado de Bienestar que nació con Perón y Evita. Y ahí estuvimos marchando por la no privatización de las empresas estatales -fábricas de papel, luz, agua, la obra social y caja jubilatoria de los empleados provinciales, que era una de las cajas más ambicionadas por los buitres. En algunos casos, la presión popular y la gente en la calle ganaron la pulseada, en otras entre gallos y medianoche pasaron a manos extranjeras y aún siguen así.
También, los ‘90 nos encontró marchando por Tartagal, Cutral Co y sus justas luchas ante la entrega de YPF, apoyando la carpa blanca y todas las manifestaciones de repudio hacia el gobierno liberal y entregador. Con el nuevo milenio, y con otro gobierno que traiciona la plataforma votada como el anterior, nuevamente ganamos las calles. Nuestra lucha era por trabajo, contra la corruptela del Grupo Sushi, que ostentaban impúdicamente un manejo de la cosa pública como si les fuera propia y no de todos los argentinos. Nuestra lucha era en contra de la represión de militantes populares, contra el gatillo fácil. Después de la caída del gobierno Aliancista y el despropósito institucional de seis presidentes, durante el gobierno provisional de Duhalde, las fuerzas de seguridad asesinan a Kosteky y Santillán. Esta situación obligó al llamado a elecciones.
Con la presidencia de Néstor, fueron años de militancia y acumulación de fuerzas para defender las medidas que se iban generando en favor de los menos favorecidos. Participé activamente en una agrupación, con militancia territorial. Apoyamos a Cristina contra el golpe que pretendían dar los grupos oligárquicos, por las retenciones al campo. Militamos firmemente por la Ley de Medios y con la reivindicación de los Derechos Humanos (DDHH), y en los juicios -en la provincia- a los responsables civiles y militares de las torturas y desapariciones. Participamos activamente en las jornadas del 24 de Marzo y del 10 de diciembre, en los actos por los compañeros fusilados en Margarita Belén, por la visibilización de los centros de torturas en nuestra provincia. Acompañé a Amelia Báez, Subsecretaria de DDHH, en la difusión de los relatos de nuestros presos y familiares de desaparecidos, compilados en tres tomos llamados Historias con nombre propio. Participé en la asamblea fundacional de Justicia Legítima del NEA, a la cual pertenezco. Como así también de la Asociación Provincial de ex presos políticos. Pertenezco a la Agrupación de Familiares de Estudiantes Argentinos en Cuba, también al Movimiento Argentino de Solidaridad con Cuba (MASCUBA) coordinadora del NEA donde milito por el fin del bloqueo y la libre determinación de los pueblos.
El regreso de la derecha al poder nos encontró con los acuerdos firmados por Bulrich en Estados Unidos, para militarizar la triple frontera con bases militares norteamericanas, con la eterna excusa de que existen células islámicas que podrían poner en peligro a la región, viejo cuento que desempolva EEUU, cuyo verdadero fin es hacer base en el corazón del Acuífero Guaraní.
Rápidamente, junto a organizaciones sociales y políticas, llamamos a una Coordinadora en Defensa de nuestra Soberanía. Se hizo un llamamiento en toda la provincia y se acordó con compañeros de Iguazú -puntualmente con jóvenes del barrio Las Orquídeas- cuidadores de los montes y arroyos, una comunidad ecologista y comprometida. La resistencia social no iba a permitir que, en pleno corazón de nuestras Cataratas, se estableciera ningún tipo de cooperación con los yanquis, ni humanitaria, ni de salud (excusa, el dengue), ni militar. Eso nos llevó a organizar charlas y debates, comunicar a los medios lo que se pretendía. Viajó Elsa Bruzzone, confirmando en sus charlas que esos acuerdos existían, se hizo un festival y convocamos al máximo exponente de nuestra música, Ramón Ayala, que inmediatamente adhirió y viajó a la provincia, acompañaron también las comunidades indígenas Mbya Guaraní, de la zona. Se hizo un pedido de informe a la provincia a través de la cámara de diputados para saber si tenían conocimiento de esos acuerdos. El Ministro de Gobierno tuvo que salir a aclarar que a ellos no les había llegado ninguna notificación. No sabemos si por eso se frenaron las intenciones nefastas del gobierno nacional de entregar nuestras Cataratas al voraz buitre, pero lo que sí sabemos que quedó una conciencia que nuestra gente va a salir a defender como sea la soberanía de esta parte del país. Meses más tarde acompañamos a la caravana por la soberanía nacional, que salió desde Buenos Aires a Iguazú, reafirmando el compromiso de seguir bregando por una provincia en paz.
Hoy, nuevamente tenemos un gobierno popular. Nuestra provincia, con idas y venidas, se la considera una aliada. Pero acá estamos los viejos y nuevos militantes, compañeros de largas luchas y compañeros que se van incorporando, atentos y vigilantes que no vamos a permitir que las políticas que tanto mal hicieron a nuestro país y a nuestra tierra colorada vuelvan. Saldremos a marcar los errores cuantas veces sean necesario, somos dueñas de este proyecto, porque luchamos para volver, luchamos para desterrar políticas de hambre, luchamos para que alguna vez se empiece a ver una nueva patria, donde quepamos todos, donde los de abajo puedan planificar un futuro, una patria justa, distributiva y laboriosa, una patria que, como dijo San Francisco de Asís: “El hombre no sea el lobo del Hombre”.