Bonaerenses

Mi lugar en el mundo

Berta Horen

Lomas de Zamora, Buenos Aires, Argentina

Me pregunto cómo empezó todo. Carlos, mi papá, inmigrante polaco, judío, que, como él decía, “llegamos con una mano atrás y otra adelante”, ya comandaba su negocio, una mueblería. Siendo niña me gustaba acompañarlo. Muchos de sus clientes eran tanos, gallegos, turcos. No sé cómo, pero ellos se entendían.

Cada tanto entraba al negocio Constantino, inmigrante italiano, gangoso, con importante retraso mental, siempre andrajoso. “Don Carlos, ¿tiene algo para darme?”, me retraducía mi papi, nunca logré entender lo que decía. “Constantino, limpiá los vidrios y te pago”, no quería darle limosna. Constantino, feliz, limpiaba los vidrios y recibía su paga “Constantino, andá a mi casa que mi señora te va a dar de comer”, ya sabía ella que Constantino tenía que comer lo mismo que preparaba para nosotros, y en la mesa donde también comeríamos nosotros.

Tengo pocos recuerdos de mi infancia pero ése me marcó. Con frecuencia escuchaba: “Carlos es un tipo derecho, leal” ¿Qué querrían decir? En la esquina se juntaba con Oscar Alende(1909-1996). Apodado el Bisonte, fue médico y perteneció a la Unión Cívica Radical (UCR). En 1972 fundó el Partido Intransigente (PI). y con Ventura, el dentista, padre de José Pablo, dirigente de la Juventud Universitaria PeronistaJuventud Universitaria Peronista. Organización política universitaria de Argentina. Surgió en el año 1960, siendo considerada el brazo universitario del peronismo y la formadora de cuadros técnicos y políticos de futuros dirigentes. (JUP), desaparecido por la dictadura del ’76. Discutían de política con pasión.

Después llegó mi querida Escuela Normal Nacional Antonio Mentruyt (ENNAM)Escuela Normal Nacional Antonio Mentruyt de la localidad bonaerense de Banfield.. Cuando fui a averiguar por el examen de ingreso la calle estaba llena de alumnos, encabezando la lucha con las consignas, “laica o libre”.

Años increíbles de amistad, muchos amigos y amigas, de intercambio político, de mucho aprendizaje. Horacio -de familia comunista- me deslumbraba con sus argumentos. Yo, a todos escuchaba. Un día Quique nos da un libro, a Susy y a mí, escandaloso para la época. “Ustedes lo van a entender”, nos dice refiriéndose a nuestra “madurez”. Era El reposo del guerrero de Christiane Rochefort, quien junto a Simone de Beauvoir encabezó el primer movimiento de liberación de las mujeres. Teníamos quince años. Fui feliz en esa escuela.

A los treinta años del golpe del ’76 organizamos en ella un homenaje a los muertos y desaparecidos, víctimas de la represión. Desde entonces, un enorme mural flanquea la escalera con sus rostros y sus nombres. Fueron treinta y uno.

Me faltaba un mes para egresar de la escuela. Un 1° de octubre mi papi bufaba dándole manija a su camión Ford 29. No había caso, no arrancaba. Lo acompañé hasta la esquina y a las pocas horas lo volví a ver en la morgue del hospital. Mi mamá con cuarenta años y tres hijos, cayó en depresión. Las salidas se prohibieron. No fui al baile de egresados. Los mil proyectos se desvanecieron y también la pasión que siempre me animó.

Un día empecé la Facultad. Fiocchi, mi profesor de matemáticas, siempre me decía: “Horen, tiene que seguir matemáticas”. Me divertía haciendo ecuaciones. Pero decidí seguir sociología. Filosofía y Letras era un hervidero. Las paredes tapadas de carteles superpuestos. Peronistas, comunistas, trotskistas, socialistas, liberales. Las asambleas me aburrían. “La cosa no pasa por acá,” pensaba. Mucho chamuyo. Un día largué la Facultad, me quitaba tiempo para militar. Después de casi ocho años de cárcel me di cuenta que, faltándome cinco materias para recibirme, mi urgencia de entonces me daba risa.

Tomaba el bondiExpresión lunfarda referida a colectivo, ómnibus. en cuanto me desocupaba. Algunos colectiveros no me cobraban el boleto. Eran los mismos que nos llevaban a las movilizaciones. En ese barrio, en esos barrios, encontré mi lugar en el mundo. Recuperé el impulso, la pasión. La unidad básicaLocal barrial de actividades políticas y comunitarias de la militancia peronista. Felipe Vallese siempre llena de gente. «Compañeros, mañana hacemos zanjeo, hay que exigir que entreguen caños de desagüe» 

«¿Tomamos mate en lo de María?”, “Traje La Razón de mi Vida” “¿Leemos?”.

Siempre fui tímida, no me gustaba exponerme. Pero en ese lugar, mi lugar, me paraba en el centro de la reunión y arengaba. Lo increíble es que me escuchaban viejos y jóvenes, a pesar de mi aspecto quinceañero.

1° de julio de 1974, muere el General. Nos sentímos huérfanos, más allá de críticas y contradicciones. Mis compañeros… Nos necesitábamos cada vez más. Y vino la noche.

Abril de1975, sábado al mediodía. Ruidos en el techo. Por puertas y ventanas irrumpen hombres de civil. “¡Tres  A!”, gritan. La bota me aplasta contra el piso. Me invade el terror. “¡Shhh! Que nadie escuche, acordate que querías ser como EvitaEva María Duarte (1919-1952). Fue una actriz y política argentina, primera dama de la Nación Argentina durante la presidencia de su esposo Juan Domingo Perón entre 1945 y 1952 y presidenta del Partido Peronista Femenino y de la Fundación Eva Perón. Fue declarada oficialmente y de manera póstuma «Jefa Espiritual de la Nación» en 1952. A partir de 1945 tuvo un rol fundamnetal en la sanción de la Ley del voto femenino. Fundó el Partido Peronista Femenino. A través de la fundación Evita se impulsaron importantes políticas sociales. y el CheChe Guevara (1928-1967). Médico, escritor y periodista argentino. Uno de los líderes de la revolución cubana. Fue asesinado en La Higuera, Bolivia.”. Siempre me dio vergüenza pensarlo.

Después de muchos años supe que fue en el Pozo de Banfield donde me torturaron. Veinte días de comisaría, tirada en el piso, en lo que para mí era una jaula. Después Olmos. Conmigo llegamos a ser sesenta presas políticas. Siempre hermanadas.  “Susy, Susy, Alejandrina llora“. La Negra Gary y yo la acunábamos hasta que volvía a dormirse. Y las uruguayas, inmensas.

Septiembre de 1976, traslado a Devoto. Tan dignas, tan fuertes, tan tiernas, mis compañeras. Cuánto reímos, cuánto lloramos, cuánto estudiamos, cuánto resistimos. Siempre decía, “hoy no me alcanzó el tiempo”. Y así pasaron los años hasta que llegó la libertad vigilada en octubre de 1982.

En 1984 di las materias de Sociología que me faltaban. A principios de 1986 empecé mi carrera docente en la Universidad de Buenos Aires (UBA), que ejercí durante treinta y dos años. Me sentí como en la Unidad Básica. Entusiasta, apasionada. Intentando despertar la pasión por el conocimiento, generar un pensamiento crítico, pelear por sostener la educación pública. Creando vínculos con los alumnos y con mis compañeros de cátedra ¡Cuánto me costó jubilarme! Amo la docencia. Ese también fue mi lugar en el mundo.

Pasé por diversas experiencias laborales, siempre creando vínculos fuertes, amistades que perduraron, todas fueron aprendizaje. En enero del 2010 me nombran Directora de Promoción de Derechos Sociales de Lomas de Zamora, a cargo del Servicio Local de Promoción y Protección de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes, Violencia Familiar, y unas cuantas áreas más. Primer día de trabajo ¡Qué nervios! Más de cincuenta profesionales a cargo, además del personal administrativo. Me avisan que, en la plaza de Budge, desde hace días, están unos nenitos, con bebé incluido. Sin dudarlo salgo para allá, con dos trabajadoras sociales. Hablamos con vecinos. Y nos vamos, con algunos de ellos y los chicos al Servicio Zonal, para resolver la situación. Esa noche lloré mucho. Después entendí los mecanismos y supe que actué incorrectamente. Tuve que aprender que no podía quedar involucrada así en cada caso de vulneración de derechos. Que tenía que conducir y coordinar a esa heterogeneidad de trabajadorxs sociales, abogadxas, psicólogxs, administrativxs, etc. 

Seguía también dando clases. La ley de Protección Integral de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes contempla la participación de las organizaciones de la comunidad, públicas y privadas. Consulté con lxs coordinadorxs de Sevicios Locales del Norte, Sur y Oeste del conurbano, sin embargo muy pocos municipios tenían Consejo Local. “Apretada” por quienes se oponían a dar participación y permitir el monitoreo y por los que desconfiaban de su concreción, me vi organizando grupos de trabajo y defendiendo el proyecto en el Concejo Deliberante. Poco después fue sancionado y promulgado. Para implementarlo fueron convocados representantes de universidades, colegios profesionales, sindicatos docentes, de salud, de justicia. No quedó nadie afuera, desde CáritasOrganización de la Iglesia Católica que coordina la Pastoral Caritativa. hasta Che Pibe, todos participando en comisiones diversas. Coordinar esa diversidad fue un desafío maravilloso.

El General nos habló de “trasvasamiento generacional”. Ese fue el legado de Néstor, que logró movilizar a las pibas y los pibes en pos de sueños y utopías. Escucho a mis hijos y nietos y siento que hemos recuperado la memoria histórica.

Ya jubilada, soy parte de la Mesa de Trabajo del ex Pozo de Banfield y doy clases virtuales en una Capacitación Universitaria sobre Derechos de Niñez y Adolescencia. Cerca de los jóvenes, como siempre, colaboro con los chicos de Identidad Conurbana.

Frente a la PC, trabajando para el Libro Web, con ansias de que me vuelvan a llamar “Pata e Perro”, siempre de acá para allá, callejeando, dispuesta a nuevos desafíos.

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