Andes, Pampa y Patagonia

Hacedoras

Alba Lilián Reynaga

San Miguel de Tucumán, Tucumán, Argentina

Soy Alba Lilián Reynaga, ex presa política y en los seis años de estar a disposición de la Junta Militar conocí algunos lugares de detención. Luego del secuestro estuve desaparecida en la delegación de la Policía Federal de San Miguel de Tucumán donde, entre otras cosas, fui torturada por un integrante de la Triple A -mejor dicho, él dirigía la tortura- que se auto titulaba como “el jefe”. Después fui trasladada al Buen Pastor de nuestra ciudad y en el ’76 a la cárcel de Villa Urquiza junto con veintinueve mujeres y nueve niños. El 8 de octubre de 1976 me llevaron a la Unidad Penal N° 1 de Villa Devoto. Allí estuve hasta el ’79, cuando comenzó mi detención domiciliaria hasta 1982.

Hago mi aporte pequeñísimo a esta importante y original propuesta de crear un libro digital junto con valiosísimas compañeras. Dijo un gran pensador: “Somos lo que hacemos con lo que hicieron de nosotros” ¡Frase célebre si las hay!

Desde este humilde lugar diría que es importante la coherencia. Como generación resultante de políticas nacionales y populares y de las otras, como fue la nuestra -marcados por las dictaduras y la represión, masticando humillaciones, injusticias y privaciones- quisimos dar una vuelta de tuerca. El marco internacional fueron el Mayo Francés del ’68 y la Revolución Cubana. Hemos transitado la proscripción del peronismo en el país, nosotros jóvenes ilusionados de Libertad, de Justicia y de Soberanía, dijimos: “Aquí estamos, esto somos y esto queremos”. Casi tres millones de personas nos movilizamos el 20 de Junio de 1973 hasta Ezeiza para recibir a nuestro líder, “el Viejo”, el general Perón. Recibimos balas a cambio.

Muchos en el ’74 se replantearon la militancia y decidieron alejarse. Otros continuamos y sufrimos duras consecuencias con nuestros cuerpos y con nuestra psiquis. A muchos no los volveremos a ver, a otros mejor no encontrarlos y con varios hoy nos reencontramos en un Zoom o en unas letras.

Cuando mencioné la coherencia, ¿a qué? o ¿a quién?

Los medios y gobiernos durante muchos años hablaron del fin de las ideologías. Entonces, ¿dónde quedaron esos sueños? Los volvimos a ver expresados en aluviones de jóvenes coreando el nombre de Néstor y posteriormente en su fallecimiento.

Lo palpamos en la Asignación Universal por Hijo (AUH), en el Pro.Cre.Ar. (Programa de Crédito Argentino del Bicentenario para la Vivienda Única Familiar), en el Conectar Igualdad, en la inmovilidad de las tarifas de los servicios, en el envío al espacio de dos satélites hechos enteramente por científicos argentinos y en la democratización de la palabra a través de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCAAutoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual, organismo creado en 2009 por Ley Nº 26.522, en la presidencia de Cristina Fernández. Esta Ley regía el funcionamiento y la distribución de licencias de los medios radiales y televisivos, entre otras. Reemplazó a Ley de Radiodifusión Nº 22.285 (1980) creada durante la dictadura cívico militar. En diciembre de 2015, Mauricio Macri dispuso la eliminación del AFSCA. ) ¿Y qué nos pasó después? esto es lo más grave. No supimos profundizar el modelo o ¿el enemigo es muy poderoso? Creo que ambas cosas.

Aún resuenan en mi cabeza nuestras innumerables marchas nacionales o en la provincia. Todo suena como lejano, ¿será -digo- por la noche negra, muy negra, que duró cuatro años? Y cuando reaccionamos y ganamos nos encontramos encorsetados en una pandemia. La sensación que siento es de mucha impotencia. Y ese enemigo incansable y tan poderoso que una sola “yegua” con dos enormes ovarios no lo dejó pegar un ojo, pero que no fue ni es suficiente. 

Entonces vuelvo a la pregunta inicial de la coherencia. Se me asemeja como un pequeño ladrillito que juntando uno sobre otro todos los días se puede construir un edificio, una ciudad, un país.

Dentro de esta pregunta no me siento interpelada, porque creo firmante en esa construcción de pequeños ladrillitos,  segura de que con mi vida militante -similar a muchas vidas de compañeros y compañeras- donde estamos o estemos ¡estaremos haciendo algo bueno con lo que hicieron de nosotros!

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